Garcar en casa ajena: Misión Imposible?

¿Quién alguna vez no vivió la tensión de estar en casa ajena y tener irrefrenables deseos de garcar?

Parece una cuestión sencilla, porque no deja de tratarse de una situación absolutamente natural, pero eso no resuelve nada: salir airoso (ojo, en el sentido de victorioso) es una cuestión que demanda astucia, suerte y algo de habilidad.


Algunas de las distintas circunstancias y factores que se ponen en juego:


La casa solemne: Es lo peor que puede pasar. Se trata de una visita o reunión en una de esas casas en las que los dueños son más silenciosos que monjes tibetanos. Si hay mucha gente, algo de alivio es. Pero si no, tu pase al baño genera una insoportable tensión.

Es que, como todos sabemos, no hay nada más imprevisible que un culo. A veces son seres discretos, a veces son ruidosamente extravertidos. En medio hay toda una gama de grises. Bah, grises; es un decir. El caso es que uno, allí sentado, ruega que su orto demuestre sentido de la ubicuidad. Si lo hace, la más dulce felicidad nos invade.

Si, en cambio, el desenlace es una estruendose sinfonía de vientos, vibraciones y estertores, uno ya no tiene modo de volver a verles la cara a los anfitriones. Lo más conveniente, en estos casos, es cambiar de ciudad y de identidad.


La reunión de amigos: Pareciera ser un contexto infinitamente más benévolo que el anterior. Sí y no. Ir al baño en una reunión con amigos tiene doble filo. Los muy turros, generalmente, cuando ven que la demora de uno implica que el asunto no era hacer pipí, sino popó, hacen un perfecto silencio.

Eso se combina además con el hecho de que, por misteriosas razones, los culos jamás se callan en un encuentro de compinches. Y ante cada lanzamiento de uno, desde el living llegan coros y gritos tales como "¡Essssaaaaaa, salió el primerooooo!", "¡Che, decile cómo me llamo así se deja de chiflar!" o "¡Con vos Emir Kusturica se ahorraría cuatro trombones en la banda!".


El factor papel I: La desesperación de uno por simplemente poder sentarse de una vez e iniciar la descarga de archivos hace que recién luego de completar el download uno se dedique a ver las disponibilidades de papel en el lugar.

La total inexistencia es una situación ante la cual los remedios que se intentan no conocen de límites. Cortinas de ducha, tampones hallados en el botiquín, cartoncitos de los envases de algunos medicamentos guardados en el vanitory o billetes propios de 2 pesos, pasan a ser invalorables tesoros.

Y ni hablar si vemos, apoyado en algún rincón, el álbum de figuritas del niño de la casa, al que tras nuestra partida dejaremos muchísimo más lejos que antes de llegar a la preciada pelota de fútbol que dan de premio por completarlo.


El factor papel II: Si lo que encontramos no es una carencia absoluta de papel higiénico, sino una escasa disponibilidad, la cosa se transforma en una película de suspenso apenas tolerable. Hay que lograr que esos escasos 30 centímetros que permanecen en el rollo sean suficientes. De nuevo, la eterna y formidable lucha del hombre por dominar a la naturaleza.


El baño público: No cabe dentro del rubro "casa ajena" del que hablamos en el título de esta nota, pero algo se parece. Si es el baño de una estación de servicio, el desafío al ingenio humano es diez veces mayor. Hay que tratar de hacerlo sin tocar el inodoro, que lleva entre 15 y 20 años sin ser lavado; no hay que mirar hacia abajo (salvo cocodrilos, hay de todo); y hay que recordar que no se debe tirar de la cadena (porque porta 42 enfermedades venéreas y porque lleva un lustro sin servir para nada).

Lo único que ayuda en esa temible instancia es leer los rastros que seres de distintas civilizaciones dejaron grabados en la puerta: "Acá cagó Ramiro Vélez", "Leandro me cogí a tu mina", "La pared es un cuadro, mi mano es pincel, hijos de puta pongan papel", y tantas otras obras renacentistas.

Keane en Buenos Aires!

Al menos 25 mil personas disfrutaron, en el Club Ciudad de Buenos Aires, el último trabajo del grupo británico, en una de las escalas finales de su gira por América latina.

El diluvio sobre Buenos Aires ya había pasado, y al llegar la noche del sábado, mientras el cielo se abría y comenzaban a verse las primeras estrellas, la expectativa de disfrutar a pleno el nuevo show que el trío británico Keane traía a la Argentina, iba creciendo y se hacía realidad pocos minutos después de las 21.

Ya nada iba a aguar el festival que la banda presentó en el Club Ciudad de Buenos Aires al aire libre, en su regreso a nuestro país, luego de su participación en el Quilmes Rock Festival de 2007.

Tom Chaplin, Tim Rice-Oxley y Richard Hughes pisaron el escenario de Nuñez para embriagar a sus fans y un público estimado en 25.000 personas dispuestas a escuchar el último trabajo del grupo inglés: Perfect Symmetry , un disco más electrónico y alegre, una explosión en technicolor de estelares y puras canciones pop.

También hubo lugar desde el segundo tema que ejecutó la banda con Everybody´s Changing , para empalagarse con los hits reconocidos de sus dos anteriores placas, Hopes And Fears (2004), con el sello a fuego del piano, y Under The Iron Sea (2006), su oscuro primo.

"Hola Buenos Aires, es un gusto volver a esta gran ciudad y disfrutar con ustedes este magnífico show en esta increíble noche", lanzó Chaplin al terminar la tercera canción, mientras que el público le contestaba con una ovación seguida por un "Ooooh, oh, oh, oh?", que se iba a repetir una decena de veces durante el recital.

Con Chaplin en voz, Rice-Oxley en teclados y Hughes en batería, el trío británico brindó un show recargado de energía, buen sonido y un despliegue escénico intenso, que sólo se moderaba con alguna canción mas lenta o un solo inédito que ejecutó con su guitarra el líder del grupo y dedicó especialmente al público presente.

Los nuevos hits del tercer disco de estudio lanzado en octubre último, como Perfect Symmetry , que le dio nombre a la placa, o The Lovers are Losing , el tema anglo número 1 en radios por cuatro semanas consecutivas y Spiralling , sonaron fuerte en la noche porteña, mechados con los ya clásicos Is It Any Wonder , Bedshaped y Somewhere Only We Know .

El clima creado por Keane durante la noche logró una rápida conexión con la gente que no paró de corear cada estribillo y saltar con los temas más nuevos y de sonido pop que la banda presentó. Si hasta hubo tiempo para que el público le cantara el "Feliz Cumpleaños" a Tom Chaplin que, mientras se preparaba para entonar otro tema, aclaró: "No entiendo que me cantan", pero que rápidamente agradeció cuando de inmediato escuchó el "Happy Birthday".

El show de casi dos horas, concluyó con tres temas extra que la banda tocó al volver al escenario, ya como despedida definitiva. Uno de ellos, un regalo calificado por Chaplin como "un tema de nuestros tiempos para disfrutar", que no fue otro que el famoso Under Pressure , como homenaje a Queen.

Después de su paso por Buenos Aires, el trío británico finalizará su gira latinoamericana en Brasil con la presentación de tres shows en San Pablo, Belo Horizonte y Río de Janerio.

"Esta es la última canción, pero nos dio mucho gusto regresar aquí y prometemos volver. Cuenten con ello. Muchas gracias", fueron las últimas palabras de Keane antes de cerrar una presentación brillante, que dejó a la gente conforme y tarareando sus temas mientras caminaba por Avenida del Libertador en una ordenada desconcentración.

Otro Excelente Trailer

Otro excelente trailer de aquellos que componen mi colección de este género.

"Noches de Tormenta" es una novela llevada al cine y estrenada el año pasado, protagonizada por Richard Gere y Diane Lane.
Se destaca expecialmente por mostrar y "vender" la idea de la película y no contarla toda, la perfecta edición y mérito aparte para la canción elegida, que le da el entorno a este tráiler para atraer sin dudas al público.

Otro punto a favor, el tagline. El tagline se usa en general para definir la frase que encierra la idea de por dónde viene la pélicula.
En este caso es " Nunca es demasiado tarde, para una segunda oportunidad en la vida"

Espero lo disfruten...

Vestíte Fashion en solo 10 pasos...

El portal Enplenitud.com publicó un interesantísimo artículo sobre cómo debe vestirse uno para ir al laburo, con revelaciones asombrosas que a uno lo dejaron con la boca abierta, motivo por el cual queremos compartir la revolucionaria receta con todos nuestros lectores.
Vamos a colocar los 10 consejos brindados por la gente de En Plenitud, y debajo agregaremos reflexiones que considermos útiles para complementarlos o ampliarlos.

1) Nunca se olviden el motivo para el cual están eligiendo la ropa: usarla para trabajar. Por lo que, si la idea es hacer negocios, es importante tener en claro la imagen que se quiere dar. Y la clave es "estar presentable".
Gran consejo: no olvidar que uno está por ir a laburar. Viene bien, porque nunca falta el calentón que se cuelga pensando en una empomación venidera, y cae a la reunión de Directorio en cuero y con un slip que delante tiene una cabeza de elefante y la leyenda: "Acariciame la trompa y te riego".

2) Gastar en trajes buenos, con buen corte. Pero clásicos, para que duren más de una temporada. El look moderno puedes darlo con los accesorios, las camisas, los zapatos o el peinado.
Antención municipales encargados del desmalezamiento, encargados de puestos de choripanes y jefes de hogar encargados de barrer escuelas: clá-si-cos,¿entendieron? Nada de esos Armanis nuevos que ya en veinte años se dejan de usar. Total se hacen un peinado con la batidora de la patrona y ya quedan re-modernos.

3) Elegir géneros que no se arruguen mucho. Ante todo, pensar en la practicidad. Si estás todo el día en la oficina, y el material es muy "arrugable", seguramente llegues a la tarde algo descuidada.
Sutil guiño del autor del artículo, que se refiere a minas que ya tienen el orto recontra dilatado de tanto entregarlo a novios, amigos y proveedores. Incluso sugiere que estas personas, si trabajan en horario continuado desde la mañana, ya para la tarde se las empomaron tanto que tienen la ropa a la miseria. Conclusión: aguantate un poco, no seas tan viciosa, caramba.

4) El infaltable: un buen traje negro que siempre te salva. Si lo usas con un top abajo, te sirve para una salida directa del trabajo, ya sea un cóctel, cena, o happy hour con la gente que trabaja contigo.
En el Chaco no se estila tanto el cóctel, pero vamos a probar con el traje negro para la japi hour en la que el jefe nos paga y nos damos cuenta de que otra vez nos hundio la japi hour hasta el fondo inventando un montón de descuentos que nos dejan el sueldo por la mitad.

5) Las faldas no deben ser muy cortas. Son incómodas y no dan una imagen muy seria. Además, ya no se usan.
¡Déjense de joder! Incómodas las pelotas. Chicas, sigan con las minis, que prometemos no reírnos y decir por todos lados que ustedes tienen una imagen híper recontra seria.

6) Los zapatos son sumamente importantes. Hoy en día, el mercado ofrece gran variedad, y unos buenos pueden darte el detalle. Siempre deben estar limpios, sanos y lustrados. Antes de comprarlos, primero piensa en la comodidad. Si te mueves mucho, no te recomiendo los que son muy altos.
Claro, si te movés mucho, porque tenés Parkinson, por ejemplo, compralos bajos. En cuanto a priorizar la comodidad, es otra gran verdad: ni vayas a la zapatería, simplemente lustrate los Cheroka de la secundaria, si total los únicos que miran los zapatos son los trolangas.

7) Las botas, una buena inversión. Son cómodas en todo sentido, y te protegen del frío.
En cualquier ferretería las conseguís súper baratas. Y como son de goma negra, te hacen juego con el traje.

8) Las pashminas sirven de abrigo arriba de los trajes. Las de colores vivos te alegran el look. Aprovéchalas.
¿Qué son las pashminas? Suena a tipas que cobran en pesos pero en efectivo. Debe ser, porque dice que te alegran y que las aproveches.

9) Un último consejo: siempre hay que tener el cabello limpio y cuidado. Si es muy "desordenado o rebelde", como les pasa a muchas que dicen no dominarlo, te recomiendo atarlo bien tirante. Las manos también deben estar cuidadas: uñas limpias, bien cortadas y pintadas con un color tranquilo.
Che, cómo que el último, dijeron que eran diez. ¿Y atarlo bien tirante qué sería?¿Que la mitad del pelo sea tironeada a la derecha por un amigo y otro se aferre a la otra mitad desde la izquierda?

10) ¡Ah! Y antes de salir, si estás en verano y afuera hace mucho calor, acuérdate de tomar un sweater o un saquito para ponerte encima. El aire acondicionado de las oficinas puede hacer que estés congelada en pleno verano.
Nah, ni en pedo hagas caso. En enero o febrero, con un saquito en el Chaco, vas a quedar como una reverenda pelotuda, por mucho acondicionador de aire que haya.